Carta de Amor a mi niña interna / Love letter to my inner Child






January 2, 2016

Carta ejercicio, carta herramienta para reconectar con la niña interna.

 A mi niña interna
Creadora de realidades.
En cada memoria que te falto Amor.
Aquí, Ahora.

Mi Niña amada,
Me presento ante ti, humilde, esperando aceptes este encuentro y abras tu Corazón a mi. Te visito en una memoria de dolor que nos separo de nuestra verdad amorosa. Reconociendo plenamente tu dolor el cual, mi niña, abrazo.
El iniciar a creer en la mentira como verdadera siempre desgarra el Corazón y eso mi amor es lo que sucedió en esta memoria. Lo siento que haya sido así, conozco tu dolor, es valido y quiero contarte, mi vida, que esto ya paso. Ahora Yo, estoy aquí para ti,aprendiendo a amarte, a cuidarte, a valorarte y sobre todo y todas las cosas a respetarte. Te pido que me ayudes a sanar esta herida que llevas, que llevamos.
Mi Vida tu dolor, mi Amor, aun hoy crea realidad para nosotras, por eso lo importante y esencial es sanarlo. Para ello lo primero es reconocer que la pena, la frustración, la rabia, el abandono, la confusión, la culpa,….el dolor en cualquiera de sus trajes esta aquí, presente en esta memoria que aun hoy habitas y habitamos.
Este dolor tiene todo el derecho de estar aquí.
Tu eres lo mas importante para mi, lo esencial, lo primordial. Tu, mi tesoro eres mi mejor amiga, compañera y socia en cada una y todas las cosas de la vida. Yo estoy aquí para ti incondicionalmente, ahora y siempre.
Lo siento que haya sido así. “Ayúdame a soltar este dolor”.
He venido a buscarte. ¿Quieres venir conmigo? Quiero llevarte a nuestro Santuario en mi Corazón, a nuestro lugar de reposo, de Paz. Quiero que vengas a vivir conmigo, ya no necesitas vivir en esta memoria.
Yo estoy aquí para ti. ¿Aceptas, quieres? ……….…Gracias, vamos !!!!
Salimos de la memoria para entrar en un paraje de naturaleza, un lugar hermoso, pacífico, acogedor; nuestro Santuario. Caminamos por él, he iniciamos a escuchar agua. ¿Niña preciosa escuchas esa agua? Esa agua, es agua mágica, agua que limpia las memorias y todos sus residuos del cuerpo. Quiero limpiarte en ella, ¿te gustaría?…..Gracias por confiar en mi, gracias por aceptar……vamos. 
En esta agua cristalina limpio tu corazón de su dolor, frustración, abandono y confusión. En esta agua mágica limpio cada órgano de tu cuerpo de esa memoria que te alejó de tu luz. Mi vida , niña de mi Corazón, con esta agua limpio tu sangre, tu piel, tus oídos (de lo escuchado que dio dolor), tus ojos ( de lo visto que te hirió). Te limpio mi niña y te limpia esta agua de las palabras que no supiste decir o que no fueron escuchadas, te limpio de los ojos que no te vieron, de la falta de reconocimiento. Limpio todos tus cuerpos, astral, etéreo y físico.
Amor de mi vida, tu eres la elegida para vivir en mi Corazón. Te amo. Gracias por aceptar esta invitación y hacerme la mujer merecedora de tu presencia. Si yo soy !
Ya limpia, te invito a llenar de pura luz, los espacios que en ti quedaron vacíos. Aquí en nuestro Santuario, en este Sol que nos ilumina con toda su luz, este Sol que nunca nos ha abandonado, ni siquiera un día de nuestras vidas no ha estado. Llénate mi vida de su presencia, toma de él lo que es tuyo, tu Luz.
Amor que se te da sin condiciones.
Así mi vida te amo yo.
Ahora llena de Luz, te visto, con estas preciosas ropas de las más puras fibras cubro tu sagrado cuerpo para llevarte conmigo a nuestro hogar. Nuestro Templo, ven acompáñame.
Llegamos a nuestro Templo, Bienvenida a casa, Bienvenida !!! Te abrazo, Gracias por aceptar mi invitación, por confiar en mi, por venir. Gracias por mantener tu Luz encendida todo este tiempo, para que hoy nos encontráramos. Te Amo.
Mi niña te dejo en casa, en nuestro templo sagrado, en mi Corazón.
Camino sola a lavar mi cuerpo de hoy, más completa, más plena, más honesta, más viva.……. Más limpia, me dejo iluminar conscientemente por la Luz, que silenciosa se me regala y camino, camino hacia aquí, hacia ahora, me veo en en el presente y regreso a mi cuerpo llevándote en mi Corazón.
Te amo.

Siempre tuya.
Rosa

Comments